Relato: “El tablón científico-poético”

Luiserina era una joven adolescente de 16 años que vivía en un barrio humilde y pobre de Argentina. A pesar de esto su familia no era muy pobre: su padre, quien traía la comida a casa, era profesor de Química en un instituto, y su madre era ama de casa, aunque de vez en cuando se dedicaba a pintar cuadros emotivos para exponerlos gratuitamente en museos de arte.

Luiserina tenía dos pasiones en la vida. Dos pasiones que ella siempre practicaría y que quizás alguna de ellas le diese de comer en un futuro: la química y la poesía. Desde muy pequeñita, el padre siempre dedicó una hora diaria a enseñarle la importancia de la Ciencia en la vida cotidiana (con lecciones muy divertidas y que interactuaban fácilmente con la mentalidad de la, entonces, niña), pero pronto Luiserina se enamoró de la disciplina que estudió su padre, la Química, la cual hizo que   se interesase en ella y que acabara deseando estudiar lo mismo. La poesía vino casi igual que la Ciencia: su madre, enamorada del arte y la literatura, en lugar de leerle libros infantiles en horarios nocturnos, le leía libros repletos de los famosos versos de Pablo Neruda y el Modernismo de Antonio Machado que no tan bien entendía Luiserina a la edad de entonces.

Para relacionar estas dos disciplinas que tanto gustaban a la joven, siempre le escribía unos versos a cada artículo/libro/lección científica que leía en determinados momentos del día. Su desordenada habitación era un caos: cientos de folios perdidos en las estanterías en las que tan solo había poesía y Ciencia… eso sí, exceptuando a los cuatro versos que más valoraba, los cuatro versos con los que Luiserina describió a la Ciencia, los cuatro únicos versos encuadrados en la pared de tal forma que cualquiera que entrase en la habitación lo observaba con extraños ojos. Los versos eran los siguientes:

La puerta que abre a la curiosidad,
el camino que lleva a la realidad;
la recta con la que la vida explicamos,
la explicación del despertar más sano.

Lo peor de este pequeño poema era que quien lo observaba se lo tenía que leer varias veces, pues nadie sabía conjugar las metáforas que tanto abundaban con el sujeto del texto al que se trataba.

Su apasionada rutina diaria era leer artículos y noticias científicas, en especial químicas, de las que sacaba tantas conclusiones que rellenaba folios enteros de poesías.

— Papá, sabes que se ha obtenido la primera imagen de una molécula orgánica durante una reacción química?

— Vaya, me parece impresionante, ¡qué gran noticia para la Química! Oye, ¿y que estrofa le has dedicado esta vez?

— Tampoco me he metido mucho en el tema de la noticia, la verdad, pero bueno, creo que no vendrá mal para «el tablón científico-poético» de mi habitación. Échale un vistazo:

Ojos que se tercian en investigaciones nunca desiertas,
estudios nunca abandonados que indican nuevas eras,
desde grandes estrellas hasta moléculas que por ahí albergan.
Teorías que se descubren son alegrías que pronto llegan…

— Ya sabes que soy muy exigente, Luiserina, y que me gusta que hagas las cosas a la perfección, pero bueno, no es fácil hacer un poema sobre ese tema. Me ha gustado mucho.

El padre de Luiserina era un gran apasionado de la Química, de aquí la influencia sobre ella; pero la madre no era muy aficionada a esto de la Ciencia. Le gustaba leer los poemas de Luiserina pero a veces no los comprendía. La pequeña de la casa no dejaba de mostrarle lo siguiente, aunque ya sabía que por mucho que lo leyera no se aficionaría al mundo científico, pero ella tenía fe:

Todo es Ciencia, y si especificamos, todo es Química.
Desde la actividad de tus párpados hasta la de los pies
tiene su breve explicación con alta rigurosidad raquítica.
 
Tampoco se escapa de la logística de todo esto el alimento,
quien recibe reacciones para que tu estómago no sea violento,
para que comas en cualquier momento sin problemas de tiempo.
 
Hasta podemos decir que la ignorancia es Ciencia
si consideras que todo sería igual sin su presencia.
Para mí y para muchos, de la vida, esto es la esencia.
No tiene la importancia que se merece,
pero lentamente este conocimiento crece.
 
Quizás tu vives gracias a los amplios bosques verdes,
que tienen conceptos químicos de los que muchos carecen.
Sin bosque, no hay vida,
sin vida, no hay Química;
así que respeta a Madre Natura
(de donde proviene el soporte de escritura),
para que siga vivo el conocimiento
que siempre en nosotros perdura.

— Mamá, la Ciencia es algo esencial, sin ella no podemos evolucionar en Tecnología. Ella es la «culpable» de que estés todo el día chateando con tus amigas por el móvil, es la causante de que hayamos pisado la Luna, de que sepamos los orígenes de seres ya extinguidos, es la que se encarga de encontrar nuevos medicamentos… podemos decir que si sabemos que la Tierra morirá en un tiempo y que si se investiga para poder viajar a otras estrellas, es gracias a la Ciencia. Especificando, la Química está presente desde las reacciones que se producen en el interior de tu cuerpo hasta las reacciones que se encargan de que un alimento esté en buenas condiciones para ingerirlo. Por cierto, ¿sabías que un segundo después del famoso Big Bang ya existían los quarks y los electrones? Deberías de expandir el maravilloso mundo científico por tus neuronas, le encantarán, mamá.


NOTAS:

1) Este post participa en el Carnaval de Química Z=26 con el gran lema #pasiónporlaquímica, acogido por El Cuaderno de Calpurnia Tate del incansable Luis Moreno.

CarnavalQuímica26

2) Este post participa, con antelación y si la anfitriona lo acepta, en la VI Edición del Carnaval de Humanidades, acogido esta vez por Ana Alonso en Cajón Desastre.

3) En este curso 2012/2013, en mi instituto (IES Odiel) decidimos crear un grupo de aquellos alumnos de secundaria cuya nota media fuese superior al 9. En el centro hay proyectos varios para alumnos con problemas de aprendizaje, por lo que a iniciativa de un profesor (Luis González Albéndiz) se ha iniciado otro grupo de aquellos alumnos que necesitan algo más que la materia que ofrecía la enseñanza, algo para divertirnos y dar lo máximo de nosotros. Por eso decidimos crear este «grupito» en el que, poco a poco, iremos acudiendo a charlas científicas (también de letras, pero abundamos los de ciencias), concursos, etc. De momento, hemos creado una revista digital, he aquí nuestro primer número, «Galítropes 0«. En la primera publicación no encontraréis poco más que opinión, experiencias y propuestas sobre el grupo (el nombre tiene su explicación, entrad en el link anterior). Estamos calentando motores, para el próximo ya habrá mas entretenimiento. En evolución. Echadle un vistazo, difundirlo si queréis… todo se hace por pasión.

Galitropes_13

4) Debido a mi no disponibilidad de Internet en el lugar donde veraneo, no puedo seguir escribiendo hasta después del verano, aunque intentaré escaparme a alguna «biblioteca o ciber», así que… ¡hasta dentro de dos meses y divulgad mucho!

Acerca de Ismael

Estudiante de 3º ESO en el IES Odiel de Gibraleón (Huelva). Amante incondicional del RAP. Aficionado al deporte (fútbol y pádel). Roskientífico desde el 15/10/12.
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8 respuestas a Relato: “El tablón científico-poético”

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  2. pepejavier dijo:

    Buen trabajo Ismael.
    Personalmente, nunca me gustó esa famosa dicotomía excluyente «Ciencias/Letras». A poco que se conozca de Ciencia, creo que a nadie se le escapa la belleza que puede encerrar una determinada Teoría, e incluso la belleza formal de una ecuación física. Las estructuras cristalinas, los mecanimos de reacciónes químicas, cuántas similitudes con los ritmos y cadencias de alguna poesía. Lo importante es no descartar, sumar, explicar, difundir, cómo haces tu en tu bitácora.
    Enhorabuena.
    P.D. Mira si alguien puede «prestarte» wifi en verano. ,) ¡Buenas vacaciones!

  3. ¡Eres un crack roski! Muchas gracias por participar en el carnaval de Química 🙂

    Enhorabuena por el post, por seguir siendo un apasionado de la Ciencia y por el curso que ya acaba. Habrá que seguir a Galítropes de cerca. Ha sido un placer compartir contigo esta temporada en la blogosfera.

    Espero que descanses mucho y que vuelvas en septiembre con muchas ganas para empezar el último año de ESO (un curso muy importante) y otra temporada más de Roskiencia.

    ¡Un abrazo bien grande campeón! ¡Sigue así!

    Feliz verano de parte de Luisito y de la señorita Tate. 😉

    • Ismael dijo:

      jajajaja ¡Luisiiiiiito! Muchas gracias maestro, me alegra que te haya gustado. En el próximo número de Galítropes espero tener un artículo mío 😀

      Pasad unas buenas vacaciones tú y la señorita Tate, y acordaos de mí por el extranjero 😀

  4. luisreig dijo:

    Pero, pero, pero … ¡me has dejado sin palabras! Sólo puedo decir: ¡viva la interdisciplinariedad!

    Por cierto, muy interesante la iniciativa de tu profesor y enhorabuena por la revista.

    Descansa mucho y no nos abandones demasiado.

  5. Me ha encantado y sorprendido gratamente esta entrada. Voy a leerme el primer número de Galítropes y espero que repongas fuerzas para el próximo curso. Un cordial saludo

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