Todos los días a las 4 horas de la tarde, en el puerto de Punta Umbría, Huelva, se sentaba un curioso niño a contemplar los peces de las aguas del tranquilo estuario. Pero el adjetivo de ‘tranquilo’ desaparecía cuando atracaban los barcos pesqueros para descargar la mercancía de la pesca de las pobres criaturas marinas…
—Hola, señor…¿cómo ha ido la captura? Parece que bien —comentaba mientras saludaba a un pescador—.
—Pues regular, hijo, regular —decía éste mientras suspiraba—. Hemos pescado gran variedad de peces, pero lo abundante es de tamaño muy pequeño, y el mercado nos lo rechazará.
—Vaya, lo siento —contestaba el niño—.
De repente, el pequeño vio algo que le llamó la atención, que alarmó sus neuronas:
—Perdone, pero se le ha caído esa botella de agua al mar, todavía es alcanzable, ¿le ayudo? —interrumpió el trabajo del hombre, viéndolo todo como un accidente—.
Entonces, el pescador le contestó con muy mal humor:
—Niño, no molestes más y déjame trabajar, que estoy muy ocupado y no tengo tiempo para tonterías…
—¿Tonterías? ¿Es una tontería dañar el biotopo más grande de la Tierra, y así también la biomasa de éste? Has arrojado a esta humilde ría un polietileno tereftalato (PET) lleno, no de agua (aunque la botella si lo sea), sino medio de Coca-Cola y el otro medio de chatarras como tornillos y demás artefactos abandonados. Esto es un delito muy grave (aunque no se considere así) pues hay varios factores muy importantes que debe saber:
1) Este tipo de plástico (PET) tarda muchísimo en biodegradarse, y además resulta ser tóxico para las criaturas que habitan en el mar, puesto que libera Antimonio (en pequeñas cantidades), y este elemento puede llegar a ser muy dañino para la vida acuática, ya que produce trastornos cardíacos, pulmonares, renales…incluso puede causar la muerte.
2) La Coca-Cola que contiene la botella que ha tirado al mar libera gas. Sí, ese gas que usted sabe que tiene este tipo de refrescos es CO2, una de las sustancias por las que moriremos, sí…seguramente lo habrá escuchado en la tele, ¿verdad? Pues este compuesto químico es capaz de dañar a los peces y hacer que éstos no puedan huir de sus depredadores porque hayan perdido la capacidad de los sentidos que les permitan escapar.
3) He logrado ver un tornillo dentro de la botella, a lo mejor porque ya no le haría falta…pero, ¿sabe lo que significa ésto en el mar? Pues al entrar en contacto el hierro con el oxígeno del agua se produce una reacción química que hace que el Fe libere óxidos (Fe + O → F2O3)[nota 1]. El óxido férrico puede ser venenoso si se ingiere o se inhala, incluso puede causar la irritación de los ojos…y ésta es otra causa más por la que no debes arrojar esa «simple botella» al agua.
—Explicaba el ingenioso niño al pescador, que quedaba patidifuso—. Y porque no soy experto en lo que he explicado, pero si lo fuese me podría llevar aquí muchísimo tiempo mencionando la contaminación que has producido al tirar ese plástico al mar. Un recipiente de 30 centímetros puede causar la muerte de muchas criaturas, ¿lo ha entendido? Pues su caso se ve en muchísimos sitios, y debemos evitar esto, que para lo diminuto que somos en el Universo, nos creemos demasiado especiales…y nos equivocamos.
Notas:
1.- El Fe2O3 se produce cuando se reacciona el Fe con el O2 (con el oxígeno atmosférico); sin embargo, viendo la reacción 2Fe(2+)(ac) + 1/2 O2(g) + 2H2O → Fe2O3(s) + 4H(+)(ac) veréis que también puede producirlo el oxígeno del agua, aunque mucho menos, por lo tanto deberíais saber que en la reacción que os muestro en el relato (Fe + O → Fe2O3) no es del todo correcta, ya que sería Fe + O2 → Fe2O3 (pero la pongo así en el texto para distinguir el oxígeno del aire con el del agua). [Gracias a @QuimiTube, ella sabrá el por qué].
2.- También debo darle las gracias a @Ununcuadio, quien me ha hecho pensar que transmitir información a través de la literatura es bastante más entretenido y divertido.
3.- Os recomiendo pasar 4 días de verano en Punta Umbría, no hay nada mejor que…
4.- Esta entrada participa en la XX edición del Carnaval de Química organizado por @bioamara en el blog La Ciencia de Amara.
Salud a todos.
Ismael.
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Me gusta la idea de los relatos científicos con fines divulgadores, buen punto. A tu texto le veo mucha aplicación en las aulas.
En cuanto lo de la nota 2, no me acaba de gustar que pongas Fe + O porque da la sensación de que el hierro se combina con «oxígeno naciente», no obstante al leer la nota queda aclarada. Sólo una cosa, en la nota has puesto Fe + O → F2O3, te has comido la «e» del Fe. Borra esto si quieres, con que te des cuenta, vale. 😉
Me mola tu blog.
Gracias por la corrección, Luis. Enseguida lo corrijo, tenía hambre y le he tenido q meter mano a la ‘e’ 😉
Creo que @Ununcuadio te ha dado un buen consejo 😉 La forma de divulgar haciendo un relato es más cercana y más divertida. Me ha gustado mucho el post y por supuesto el trasfondo. A ver si nos concienciamos… he estado buscando un vídeo que vi hace tiempo pero no lo encuentro. En él, se veía cómo gaviotas de una isla en la que el hombre no habita, morían tras ingerir cientos de tapones de botellas y otros desechos vertidos al mar. Me dejó bastante «tocada»
Sí, nuestro elemento 114 nos ha dado una idea magnífica. Espero lo encuentres y lo dejes por aquí 😉
Lo encontré!!
Muchísimas gracias, Amara. En cuanto me ponga con el ordenador, lo veré! 🙂
Un placer! aunque el vídeo no es agradable 😦
Ya lo he visto, es impresionante. Es un vídeo muy reflexivo que nos hace pensar lo poco que aprovechamos nuestra inteligencia. Pobres aves, comiendo de lo que pueden, de nuestros caprichos no reciclados… 😐
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Oye, muchas gracias por la mención!
Me ha gustado mucho el post! Sigue así 😉
Gracias a ti 😉
Enhorabuena por el tiempo empleado en el relato «Cuidado con lo que arrojas al mar», la explicacion cientifica que se refleja en el mensaje es válida no solo para el mar, sino para la montaña y en general para la vida.
Espero que lean el relato muchas personas.Sin ser extenso el relato deja mucho trasfondo en que pensar y esto es muy interasante.
Muchísimas gracias. Me alegro de que le guste 😉
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